«A pesar de no haber obtenido el Oro, sabemos que dejamos todo en el agua. «Campeonatos como éste es lo que nos hace falta para seguir progresando»

Horas después de la ajustadísima final de windsurf panamericana, Mariano Reutemann comentó las alternativas de esa regata vertiginosa que finalmente le otorgó la Medalla de Plata, y explicó cuáles serán los siguientes pasos en su campaña olímpica rumbo a Londres 2012: la clasificación para Argentina en el Mundial de Vela en Perth, en diciembre, y su plan de trabajo y entrenamiento en el circuido competitivo internacional

Todas las posibilidades estaban abiertas: en la tarde del 23 de octubre, mientras se cerraban los comicios en Argentina, en Puerto Vallarta (México) un grupo de sus ciudadanos definía el medallero de la vela para los Juegos Panamericanos 2011. Entre ellos, Mariano Reutemann, el cordobés de 34 años que definía en esa instancia si su presea sería de Oro, de Plata o de Bronce, ya que había llegado a esa final con sólo cinco puntos de diferencia con el brasileño Ricardo «Bimba» Santos.

Diecisiete puntos en contra Reutemann, 13 puntos Santos y, detrás, el mexicano Mier y Terán, que había estado acosando desde atrás al argentino durante todo el campeonato. Habían sido diez regatas preclasificatorias y una semana a pura adrenalina, en las que el tope de la tabla fue propiedad alternativa de Santos y Reutemann, en durísimo duelo metro a metro de cada regata. Aquél defendía el Oro obtenido en Río de Janeiro 2007; éste quería superar la Plata que había obtenido entonces.

No pudo ser, pero por muy poco. «Las regatas se definen muy, muy cerca, estamos los tres peleando todo el tiempo cuerpo a cuerpo en una distancia muy chica -explicaba Reutemann, el sábado-. Tal vez los fríos resultados no lo muestran como es, pero las definiciones se están dando en muy poquitos metros en el agua… Mis manos están todas rotas, pero ya no pienso más en eso, trato de quitarle importancia para que no se convierta en algo que me pueda perjudicar».

Finalmente, el windsurf debió esperar hasta muy tarde para poder largar aquella la medal race -regata final en la que sólo entraban los cinco mejor preclasificados, con puntaje doble y cualidades particulares- ese domingo, cuando soplaba ya un viento de 15 a 16 nudos (unos 28 a 30 km/h), lo cual no coincidía con la extrema calma que predomina en Puerto Vallarta y para la cual Reutemann había realizado su preparación física y técnica. Pero no aflojó: para conseguir el Oro debía ganarle al brasileño en tres lugares y que el mexicano no abandonaría tampoco sus ansias de arrebatarle la Plata. Y estaba dispuesto a dar la batalla.

El marcador del windsurf panamericano se cerraría con 21 puntos para Reutemann, lo que lo dejaba detrás de Bimba Santos (15) y delante de David Mier y Terán (33). En cuarta y quinta posición quedarían Sebastián Grillo Colombia, 49) y Zachary Plavsic (Canadá, 51). Horas después de aquella reñidísima batalla final, Mariano Reutemann relataba:

«Fue una medal race bastante atípica porque el windsurf largó después que las demás clases, cuando el viento ya había subido a 15/16 nudos. Eso cambió mucho la idea de cómo plantear la regata y cómo correrla. Con ese viento las tablas ya planean, y nosotros no sólo teníamos que atacar a Bimba, sino también cuidar la Medalla de Plata, así que cambiamos un poco las estrategias».

«Pero la medal es una regata muy corta, duró sólo 20 a 25 minutos, y yo no tuve una muy buena partida. Eso me complicó un poquito, aunque después se fue dando y logré entrar al barlovento (tercera «pierna» o tramo del circuito) en tercera posición. De ahí en más, el objetivo era meter gente entre Bimba y yo. Finalmente, él terminó primero, yo segundo, y tercero el canadiense. Pero en el agua las diferencias fueron mínimas, fue una regata muy ajustada y con muchas posibilidades de obtener el oro hasta último momento, esta vez con el colombiano y el canadiense, que andan muy bien con esas condiciones de viento, metidos en la discusión».

¿Cómo te sentís ahora, física y anímicamente?

«Estoy muy bien, muy contento, con muchas de las expectativas que traía cumplidas. Y a pesar de no haber obtenido el Oro, sabemos que dejamos todo en el agua. El campeonato fue muy reñido. Comentábamos con Bimba el gran nivel que tuvimos día a día en las regatas… El campeonato nunca se definió hasta la medal race y torneos como éste es lo que nos hace falta para seguir progresando y para ir ocupando otro nivel y otra posición en la flota internacional».

Tu próximo desafío en tu campaña para los Juegos Olímpicos de Londres 2012 es clasificar a la Argentina en el Mundial de Vela que se va a correr en Perth (Australia) y más adelante vendrán algunos campeonatos internacionales preparatorios. ¿Tenés una exigente campaña por delante. ¿Cómo será tu entrenamiento después de estos Panamericanos?

«En Australia ya no importará tanto la rivalidad Brasil/Argentina. Lo que importa es clasificar. Así que debemos estar tranquilos y orientarnos al objetivo, que es la cancha de regatas de Weymouth (Reino Unido), la sede náutica de los próximos JJOO. Allí la condición es muy diferente a Puerto Vallarta, y hay que dedicarle mucho tiempo a la preparación porque es una cancha muy difícil, con mucho viento. Deberemos hacer muchos cambios, muy importantes en cuanto al peso, la técnica, y la elección del material».

«Tenemos que buscar el aumento de la masa muscular y estar lo más fuerte posible. Un peso de 72 a 73 kilos sería lo óptimo; ahora estoy en 69/70 kilos. Pero hay que subir en masa muscular y eso requiere mucho trabajo de gimnasio. También hay que hacer un ajuste técnico… La verdad es que será como empezar en otro deporte. Por otra parte, en este tipo de tablas, cuando la condición es de planeo, es muy importante tener un buen material, que navegue muy rápido, con una la quilla muy flexible. Uno mismo debe estar fuerte para poder soportar 20 a 30 nudos (37 a 56 km/h) de viento durante 4 ó 5 horas, que es el tiempo en que más o menos uno está en el agua con esa condición. Con mucho viento es muy importante ser consistente y también muy rápido».

«En lo inmediato la idea es tomar unos días de descanso para reponer fuerzas y después arrancar con la preparación y la puesta a punto para Perth. Con mi entrenador, Hernán Vilá, hemos logrado una gran armonía y estamos trabajando mucho para conformar un equipo sólido. Eso se notó en el agua de Puerto Vallarta, así que estoy realmente muy contento».