Las Leonas cayeron ante Holanda por 5 a 2 en las semifinales de los Juegos Olímpicos de Beijing y ahora deberán jugar con Alemania por la medalla de bronce

Luego del partido las chicas se lloraron todo porque Holanda les esfumó el sueño de pelear por una medalla de oro (la única que les faltaba, tras conseguir plata en Sydney 2000 y bronce en Atenas 2004) en estos juegos que, para algunas de ellas (como Magdalena Aicega y Luciana Aymar), representan los últimos en sus fructíferas carreras deportivas dentro del seleccionado nacional.

Ahora cada una hará su propio duelo y mañana ya pensarán en Alemania (último campeón olímpico) para lograr la medalla de bronce, que no es poca cosa, ya que este equipo continúa manteniéndose entre los cuatro mejores del mundo desde hace más de 10 años.

Holanda, que ocupa el primer puesto en el ranking mundial, fue mucho, pero mucho más a lo largo de todo el partido en el que el equipo argentino se vio superado por la velocidad y habilidad de las jugadoras holandesas que no dieron respiro durante los 70 minutos de juego.

Tres tantos de la goleadora del certamen, la habilidosa Marrrtje Paumen (a los 3′ y 26′ del primer tiempo y 13′ del segundo), uno de Marilyn Aglioti (a los 31′ del primer tiempo) y otro de Ellen Hoog (34′ del segundo tiempo), le dieron la victoria al equipo que dirige Marc Lammers. Mariné Russo (25′ del segundo tiempo) y Alejandra Gulla (33′ del segundo tiempo) convirtieron para el conjunto nacional que recién cerca del final pudo capitalizar el descuento.

Lamentablemente, la Argentina no logró adaptarse al intenso juego planteado por las naranjas que no cometieron ningún error y que impiedieron que Las Leonas pudieran elaborar jugadas claras en los sectores más importantes de la cancha.

Más allá de la pesadilla vivida, el viernes 22 de agosto a las 7 de la mañana (hora argentina) Las Leonas continuarán haciendo historia, ya que tendrán la oportunidad de estar por tercera vez consecutiva en un podio olímpico. Algo muy valorable para este equipo que se lo merece y que más allá de la derrota sufrida, nunca bajó los brazos y entregó todo hasta el último segundo.

María Gabriela Losino