El centro de convenciones de Vicente López fue testigo de la celebración de los 10 años del nacimiento de Las Leonas, y -por lo tanto- de la reunión de casi todas las históricas que formaron parte de una camada que llevó al hockey sobre césped femenino a lo más alto del deporte mundial, a partir de lo sucedido en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000.

Coincidiendo con este festejo, adidas -la marca que las representa desde hace mucho más de una década-, presentó la nueva camiseta que el seleccionado utilizará en Rosario, ciudad que albergará el Mundial que comenzará el próximo 29 de agosto y se extenderá hasta el 11 de septiembre.

El diseño mantiene la línea del anterior modelo escote en V pero presenta un nuevo tono de celeste, uno mucho más fuerte y que es el mismo que usan otras selecciones, como la de rugby y fútbol. Asimismo, se agregaron vivos en dorado que le da un aspecto más «glorioso» y se le sumó una bandera aplicada en el hombro derecho.

A todas le gustó. «Recién me la pongo y ya siento la piel de gallina», expresó Rosario Luchetti. Se la veía nerviosa, pero no en un aspecto negativo sino que se la veía ya con ganas de estar dentro de la cancha defendiendo con garra estos colores. «Es un placer enorme formar parte de Las Leonas y es un orgullo poder jugar en nuestro país con toda nuestra gente y con nuestras familias apoyándonos. Nos sentimos muy bien y ojalá se nos cumpla el sueño de salir campeonas del mundo», concluyó «Charito».

Posteriormente a las palabras de Pablo Iacovino, Gte. de Marketing de Sports Performance de adidas Argentina, el evento estuvo conducido por el periodista deportivo Sergio Gendler, quien estuvo acompañado por las leonas Magdalena Aicega y Mercedes Margalot, encargadas de recordar la historia de este grupo, donde no faltaron momentos de alegría, con algunos chistes incluidos, y emoción.

«Nosotros no corríamos así Magui», dijo -entre risas- Mercedes Margalot, haciendo referencia a la juventud y a la condición física de las integrantes del plantel actual, reciente ganador del Champion’s Trophy en Nottingham. Entre risas y lágrimas, las conductoras transmitieron su experiencia y los valores del deporte, destacando la amistad. «Si te ponés a pensar -agregó Mechi- es como en el colegio… todo un primario y un secundario. Compartimos muchos años juntas».

A pesar de algunas ausencias (como las de Luciana Aymar, Soledad García, Claudia Burkart o María Paz Ferrari), el festejo contó con la participaron de las jugadoras de hoy (María Noel Barrionuevo, Belén Succi, Laura Aladro, Mariana Rossi, Rosario Luchetti, Alejandra Gulla, Carla Rebecchi, Delfina Merino, las hermanas Daniela y Josefina Sruoga, Mariné Russo, Giselle Kañevsky y Mariela Scarone), y también de las de ayer (Vanina Oneto, Mariela Antoniska, Paola Vukojicic, Natalí Doreski, Mariana González Oliva, Cecilia Rognoni, Anabel Gambero, Jorgelina Rimoldi, María de la Paz Hernández, Inés Arrondo).

El plantel que jugará el Mundial de Rosario vistiendo el nuevo modelo (Foto: adidas Argentina)

Tampoco faltaron algunos de los que estuvieron durante el proceso de crecimiento de las chicas, como Luis Ciancia (ex head coach del seleccionado), Gabriel Minadeo (ayudante de Sergio «Cachito» Vigil -también ausente en el evento- y ex entrenador de Las Leonas, de 2005 a 2009), Claudia Médici (actual Jefa de Equipo) y la psicóloga Nelly Giscafré.

Productos

Además de las dos versiones de la nueva camiseta de Las Leonas, la titular y la alternativa, adidas pone a la venta la línea completa de indumentaria que incluye pollera, remera, medias, campera y los 3 diseños de palos de hockey de acuerdo al perfil de cada jugadora: Palo HS 3, HS5 y HS 1. Los productos estarán disponibles en los locales exclusivos de la marca.

Documental adidas Leonas 10 años (Gentileza adidas)

Este es el video homenaje que vimos durante la presentación y que resume 10 años de éxitos internacionales. En el mismo, con varios testimonios, se recordó el porqué del nombre «Las Leonas» y el origen de ese dibujo de Inés Arrondo estampado en cada camiseta utilizada en un momento duro que las chicas estaban viviendo cuando se habían quedado sin puntos en los JJ.OO. de Sydney 2000, motivo por el cual casi se quedan afuera de la final en la que terminaron adjudicándose la tan recordada medalla de plata.