Las exhibiciones improvisadas del alemán campeón mundial de Stunt Riding alteraron un poco más el vibrante ritmo de los porteños, que en los últimos dos días fueron sorprendidos por el piloto que repartió whellies, stoppies, burn-outs, acros y 180 road-backs por Plaza San Martín, Puerto Madero y Plaza de Mayo, entre otros puntos neurálgicos de la ciudad

«Creo que seguramente el de Buenos Aires se contará entre los mejores ataques urbanos que he hecho hasta el momento, no sólo porque hemos escogido muy buenos lugares para realizar los trucos, sino también porque he tenido un muy buen contacto con la gente que encontrábamos. ¡Pero además ¡hemos pasado muy buenos momentos mientras no estábamos arriba de la moto!».
Con la satisfacción en su rostro, este alemán de 40 años revolucionó varios rincones de la Ciudad de buenos Aires en los últimos dos días: La barranca de la Plaza San Martín, el mismísimo Obelisco, la Plaza de Mayo, las plazas y un barco amarrado en de Puerto Madero, la facultad de Derecho, y hasta la terraza del viejo correo en la zona de Puerto Nuevo se volvieron escenarios perfectos para que Chris Pfeiffer dejara sin aliento a todos los que eventualmente pasaran por allí y recogiera los aplausos más entusiastas, particularmente entre los motoqueros, una tribu urbana que lo tiene como ídolo especial…
«Buenos Aires ha sido diferente por muchas razones -seguía Pfeiffer-. Desde lo técnico, porque he tenido que realizar los trucos en lugares con poco espacio, como los que realizamos a bordo del barco, donde además la superficie de la cubierta no tenía un buen agarre. ¡Eso fue realmente un desafío! Pero en las vistas previas que hemos hecho de los videos y las fotos que se produjeron, creo que probablemente estarán entre las mejores que hayamos hecho nunca y que haremos en mucho tiempo».
Aunque desde la infancia es un verdadero adicto a las bicicletas, motos y la búsqueda de límites (así se define a sí mismo), en 1996 entró al profesionalismo, y desde entonces no sólo ha ganado varios títulos, sino que se ha mantenido en permanente gira mundial ofreciendo shows y “urban attacks” (ataques urbanos) como el que acaba de producirse en la capital de la Argentina.
Pero quizá sea desde 2003, cuando finalmente se consagró como Campeón Mundial de Stunt Riding, que se convirtió en una de las mayores estrellas del motociclismo internacional. Otros de sus mayores logros fueron en 2006 y 2007, cuando quedó en el primer lugar de la mayor competencia de freestyle callejero de los Estados Unidos -la legendaria «Stuntwars»- y logró la victoria en el Indoor World Championship Streetbike Freestyle, respectivamente.
Ahora, nuevamente montado a la BMW F800 R que lo acompaña desde este año en todas sus actuaciones, Chris Pfiffer será el plato fuerte de la convención de motociclistas que se realiza este fin de semana en la localidad bonaerense de Roque Pérez. «La moto está casi como salió de la fábrica, sin cambios en el motos ni el chasis, apenas hemos hecho algunas adaptaciones, como poner una corona más grande, levantar un poco el asiento y agregar algunos accesorios. Por ejemplo, pedalines en puntos donde necesito apoyo, o un tope en la parte de atrás para controlar los whellies», explica el alemán.
¿Un truco preferido? «No tengo un truco preferido -asegura-. Pero es muy satisfactorio cuando intentás algo por primera vez y funciona bien. Aunque es todavía mejor cuando podés repetirlo una y otra vez. Actualmente estoy muy enganchado con el 180 road back, una nueva categoría en trucos que he creado este año, que se suma y de alguna manera supera a los clásicos wheelies, acros, stoppies y burn-outs. Y aunque aún estoy teniendo algunos problemas para realizarlo a la perfección cada vez que lo intento, pero podría decir que en este momento es mi truco favorito».
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