Ramiro Marino, campeón en el Panamericano Elite 2009

El porteño de 21 años es el mejor latinoamericano del planeta y se ubica 2º en el ranking general de su especialidad. Becado por la Secretaría de Deporte, en la temporada pasada obtuvo bronce en el Mundial de Australia. «Este 2010 que recién comienza va a ser mejor que el año pasado», afirma.

Ramiro Marino, adelante, como suele suceder cada vez que compite

Con cada pedaleada despierta sonrisas. Claro, arriba de una bicicleta es garantía de alegría para los corazones de sus familiares y amigos. A pesar de competir a miles de kilómetros de sus afectos, Ramiro Marino siempre atesora en el alma a sus afectos y así consigue la fortaleza que, por ejemplo, lo llevó a escalar hasta el segundo escalón del ranking Elite Profesional de BMX que confecciona la Unión Ciclista Internacional (UCI).

Con sólo 21 años, esta temporada conquistó la medalla de bronce en el Campeonato Mundial de Australia y además fue cuarto en el de Francia y séptimo en el de Sudáfrica, resultados que le permitieron posicionarse como el mejor latinoamericano del planeta en su especialidad.

El deportista becado por la Secretaría de Deporte de la Nación, que llegó hasta cuartos de final en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008, comenzó a darle a los pedales cuando tenía 6 años. «Mi mamá iba a ver cómo competía a mi hermano mayor cuando estaba embarazada de mi, así que puedo decir que yo ya estaba en una pista de BMX desde antes de nacer», remarca Marino.

«Me di cuenta de que podía dedicarme a full a esto cuando gané mi primer Mundial junior en 2001 (luego repetiría de manera consecutiva hasta 2004). Y otro impulso muy importante lo recibí cuando debuté en la máxima categoría con un tercer puesto», reflexiona este porteño que se entrena en Lomas de Zamora bajo las órdenes de Flavio Vaccarezza, el DT de la Selección nacional. La rutina de tres horas diarias incluye gimnasio, aeróbicos y, por supuesto, pista.

El BMX (bicycles motocross) comenzó en la década del 70 en California, Estados Unidos, y llegó a la Argentina en 1980. «En sus comienzos fue un deporte que pegó mucho en el país, en una carrera local llegaron a participar mil corredores. Hoy, después de la crisis de 2001, sólo podemos llegar a tener 300 corredores en un Nacional. Gracias a los Juegos Olímpicos está creciendo mucho, pero necesitamos más difusión y auspiciantes para que se conozca aún más», analiza Marino, quien terminó el secundario en el Instituto la Candelaria.

Cuando no está en un torneo en alguna latitud remota del mundo, aprovecha para pasar tiempo con su familia y para jugar al fútbol en los videojuegos. «Quiero agradecerles muy especialmente a la Secretaría de Deporte de la Nación por el apoyo que me brinda siempre y, por supuesto, también a mi familia y a Dios», expresa el múltiple campeón argentino y sudamericano, quien además se coronó como el mejor en el Panamericano Elite 2009 y en el Latinoamericano 2008.

«Este 2010 que recién comienza va a ser mejor que el año pasado», se entusiasma Marino y contagia. Para lograrlo sabe que tiene que trabajar muy duro. Por eso continúa pisando fuerte y sin parar esos pedales que tantas alegrías le dieron y, no hay dudas, le van a seguir dando durante muchos años más.

Prensa – Secretaría de Deporte de la Nación