«Milagro». Así llamó Maciek Kozerski a su más reciente proeza deportiva, que logró concretar el último domingo, cuando literalmente caminó sobre las aguas del Mar de Galilea, las mismas sobre las que Jesucristo avanzó hace casi dos mil años atrás

El kitesurfer polaco de 26 años se impulsó con un kite para, una vez alcanzada la velocidad necesaria, soltar el kite y saltar de la tabla para continuar sin ningún tipo de ayuda, justo frente a la histórica iglesia de Cafarnaum

Ranqueado entre los mejores kitesurfers del mundo, el polaco Maciek Kozerski acaba de cumplir, finalmente, un sueño que había alimentado por años: caminar sobre las aguas. Y aunque mejor cabría decir que corrió sobre las aguas, lo hizo nada menos que en el mismísimo Mar Muerto, el espejo de agua sobre el que, según La Biblia, Jesucristo caminó hace casi dos mil años.

Justamente por eso este varsoviano de 26 años llamó «Milagro» al proyecto que finalmente pudo concretar este domingo 10 de julio, sin recurrir a trucos ni cualquier tipo de asistencia técnica. Tuvo, en cambio, la ayuda de un equipo de apoyo en el que se contaba el israelí Lior Eliyahu -seis veces campeón de wakeboard-, fotógrafos y camarógrafos, junto a quienes pasó cuatro días antes de lograr la hazaña.

No fue fácil, sin embargo. Koserski se hundió un medio centenar de veces usando su kite para surcar las aguas a máxima velocidad, con la intención de soltarse y saltar de la tabla para continuar avanzando varios metros sin ningún tipo de asistencia técnica ni adminículo ajeno a su cuerpo. Además, en uno de los intentos el kite resultó totalmente destrozado.

El mayor obstáculo fue, precisamente, el viento: cuando la intensidad era suficiente como para alcanzar la velocidad necesaria, el oleaje impedía continuar la carrera; y cuando finalmente la superficie del agua se encontraba lo suficientemente lisa… el viento resultaba demasiado suave.

Finalmente, con la mundialmente famosa iglesia de Cafarnaúm a sus espaldas, el kitesurfer polaco logró lo que se había propuesto, pero avanzó tan rápido que dejó atrás a fotógrafos y cameramans a bordo de las lanchas de apoyo… Hasta que al cuarto día lo logró, dejando testimonios del «Milagro» en las fotografías que acompañan esta información.

«¡Lo conseguimos sin ningún truco, sin cortinas de humo ni artimañas de mago!», exclamó Maciek Kozerski con justificado orgullo.

Prensa Red Bull Argentina